En estos momentos no hay muchos productos electrodomésticos de nueva aparición. En la robotica, los principios básicos que se vienen desarrollando desde la década de los 70 en todo el mundo (principalmente EEUU y Alemania) se han ido actualizando año tras año solo para dar una imagen de originalidad a los ya existentes.
Como en cuestiones de marketing y de construcción de marcas, no es conveniente quedarse relajado mucho tiempo, las productoras de electrodomésticos sacan al mercado pequeñas modificaciones de sus productos tradicionales y los presentan como “más eficientes, más cómodos, más ligeros etc.etc.”, pero, digamos que desde la aparición de los robots Roomba en el mercado de los electrodomésticos, pocas cosas tan conmovedoras como esa han sucedido.
Si bien es cierto que los robots de cocina ya estaban instalados entre nosotros a la hora de hacer su aparición los Roomba, el hecho de ver deambular por nuestras habitaciones y nuestros salones algo que efectiva y autónomamente está trabajando por nosotros, hace la diferencia.
No es por desestimar el trabajo que también realizan los robots de cocina, pero el hecho de estar fijos en un lugar y de necesitar de nuestra participación en algunos estadios de su funcionamiento (hay que poner la comida dentro de ellos) los hacen menos simpáticos que los Roomba, a los que vemos evolucionar por la casa, a veces hasta con un gato o un bebé encima.
Dicho todo esto:¿ que vendrá después del Roomba? ¿Será cuestión de esperar mucho tiempo hasta saberlo?
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